1701 Catedral
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En el mismo costado Oriente de la Plaza esquina a la calle que lleva el nombre del gran poeta potosino Manuel José Othón, antigua calle del Costado de la Parroquia y de San Miguel, se encuentra la bella catedral de San Luis Potosí, construida en el mismo punto en donde estuvo la parroquia primitiva levantada en 1592 de la cual fue don Andrés Nieto el primer cura seglar fue destruida para dar lugar a un segundo templo que se empezó en 1596 por Juan de Butrago oficial de albañil para ser terminado por Francisco Gilbiera maestro de ensamblaje y laso en 1609, si bien la torre y frontispicio fueron obra de Francisco Rodríguez Cavo y el primer reloj que tuvo San Luis Potosí fué colocado en esa torre entre 1615 y 1619. Este segundo templo a su vez, también fué demolido para dar paso a la actual fábrica.
Su primera piedra se colocó en el año de 1701, tiene tres naves y la central cuenta con seis bóvedas incluyendo el cimborrio y dos más que se agregaron a mediados del siglo XIX, terminándose las obras en 1718 gracias a las gruesas sumas dadas, por los mineros de San Luis Potosí, siendo consagrado en 1737. En su planta y distribución se inspiraron seguramente los constructores en la de la Catedral de Morelia. Los altares de madera tallada y sobredorada se destruyeron en 1840 fundiéndose el barandal, la araña de plata maciza con candeleros de oro que habían sido donados el 23 de agosto de 1739 -por los mineros- el tabernáculo, el frontal, candiles, etc. Su primitiva portada lucía el escudo de la ciudad.
Desde 1776 se pedía la erección de, un nuevo Obispo y en 1854 al acordar el Papa Pio IX la erección del Obispado de San Luis Potosí nombrando al Dr. don Pedro Barajas su primer titular, quedo elevado al rango de Catedral dicho templo, al que se hicieron algunas obras de ampliación que se terminaron en 1866. Bajo el altar mayor encuentra una bella escultura en mármol de San Sebastián, copia de la que se encuentra en Roma de un discípulo de Canova, y sobre el ciprés una escultura de la Virgen de la Expectación, Existen algunas esculturas antiguas dentro del templo, y la de San Pedro, con las llaves en la mano, en el altar lateral Sur, fue donada por don Pedro Arizmendi Gogorrón. Ostenta el estilo barroco en su fachada, y el interior está decorado de diversos estilos, 1896, originales de los italianos Claudio Molina y José Compiani, autor, éste, del gran Salón Luis XVI del Palacio de los Sultanes en Constantinopla, del Teatro de Odesa en Rusia y de otras construcciones realizadas en El Cairo, en California y Alejandría. Vemos las tumbas de sus cinco obispos, destacándose en bello monumento de mármol, la del Ilustrísimo don Ignacio Montes de Oca y Obregón. A mediados del Siglo XIX el Ayuntamiento donó la escultura de San Luis Rey de Francia hecha por un escultor queretano qué se encuentra en la capilla existente en lo que viene a ser el cubo de la torre Norte del templo, hay otra escultura francesa de San Luis, de mayor tamaño, adquirida por el Ilustrísimo señor Obispo Montes de Oca. En la nave derecha, o sea la del Sur, observarnos en un altar, el Cristo milagroso y un poco más allá las siguientes pinturas: la Virgen y la Santísima Trinidad, la Inmaculada Concepción, del año de 1779, y a sus pies un pontífice y un rey; enfrente vemos un curioso cuadro que lleva la fecha 31 de agosto de 1693 y que se refiere a la milagrosa cura del alférez don Diego de Acevedo, alguacil mayor de la ciudad, efectuada por el Santo Cristo milagroso que le fué llevado por el licenciado don Antonio Pérez Bocanegra. Pasando a la sacristía, vemos en primer término, un gran cuadro representando los Santos Sacramentos por José Páez, 1758; e1 el muro opuesto, está un lienzo de San Nicolás de Bari por Nicolás Rodríguez Juárez; el Espíritu Santo, tres cuadros del Señor de la Columna, Santo Domingo, San Sebastián, un Divino Rostro, dos ángeles y él cordero, Sagrada Familia, San Juan, y la Visitación. En la sala contigua se destacan las pinturas de los siete obispos de San Luis Potosí; siendo la única de mérito, la del Ilustrísimo señor Montes de Oca, por Eroli; es interesante la pintura de Santa lucia por el notable pintor Juan Rodríguez Juárez, así como una de Santa Rosa por Juan Patricio Morlete Ruiz. Hay otros cuadros, corno la Ultima Cena, la predicación del profeta Elías y la Transfiguración. En la sala frente a la Sacristía se encuentran los siguientes lienzos: un gran cuadro de Santa Elena, la madre del Emperador Constantino identificando la cruz, se debe al pincel de Ximénez; Santa Isabel, Santo Domingo, dos pasajes de la Estación de la Cruz, San Jerónimo y dos más de poco mérito.