1742 Capilla del Rosario, Capilla del Espiritu Santo - Cronologias San Luis Potosi

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1742 Capilla del Rosario, Capilla del Espiritu Santo

Arquitectura > > Edificaciones 1700-1799
Esta capilla de Nuestra Señora de la Salud del Rosario se encuentra en la calle de Escobedo, antigua del Rosario, y la primera piedra se colocó en enero de 1742. El terreno fué donado por Miguel Estanislao Farfán, sacristán de la parroquia de la ciudad, de acuerdo con escritura otorgada en 1773, y la construcción se llevó a efecto gracias al celo del Sr. don Ignacio Contreras.

En la sacristía hay algunos cuadros antiguos; doce óvalos que representan el martirio de los doce Apóstoles, un gran cuadro de la Virgen del Rosario y visión de Santo Domingo de Guzmán y la Virgen de Guadalupe, por Andrés López, 1802. Su interior mejorara cuando se haga un decorado adecuado en el estilo barroco.

En la Calle del Gral. Mariano Escobedo, entre la de los Bravo y la de Manuel José Othón, mirando al occidente se encuentra la Capilla del Rosario. Fue edificada de limosnas en 1743 y en un principio llevó el nombre de Capilla de Nuestra Señora de la Salud. La dirección de la obra estuvo al cuidado del bachiller Ignacio Contreras. En el nicho superior de la fachada hay una escultura de piedra que representa a la Virgen de la Salud y más arriba, en el friso, va una leyenda que alude al nombre inicial del templo. En 1911 la fachada fue recubierta con cantera y con torpeza, por lo que los volúmenes originales perdieron relieve y quedaron como untados sobre la piedra. La cruz del remate fue colocada en 1941, y la fina torre octagonal, a la que adornan esculturas, resultaría ser antecedente de la lintemilla que corona la torre del Carmen, de ser el año de 1743 el de la construcción de esta capilla. Los ángulos del ochavo remataban en jarrones de cerámica, los cuales desaparecieron, nadie sabe por qué, hacia los primeros años cuarenta del siglo actual. Insistimos en que resultó lamentable el haber estropeado esta sencilla, pero interesante fachada, por el prurito de cubrir con cantera los aplanados de argamasa, que tanto se prestan al lucimiento de los marcos y de las molduras de piedra.




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