1889 Teatro de La Paz - Cronologias San Luis Potosi

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1889 Teatro de La Paz

Arquitectura > > Edificaciones 1800-1899
En la calle de Villerías, antigua del Carmen y con frente a las calles Pedro Antonio de los Santos, antes de Fuente -antigua del sol- la de Guerrero -antigua de la Puerta del Campo y antes Honda- y la del costado poniente de la Alameda o sea la calle de la Constitución, se empezó a construir este coliseo, de estilo neoclásico, el 16 de septiembre de 1889, en terreno que antes ocuparon los claustros del Convento del Carmen. Se inauguró con motivo de la celebración de un Congreso Medico Nacional, el 4 de noviembre de 1894, santo del gobernador, general y licenciado don Carlos Diez Gutiérrez, quien ordeno su construcción, la que se llevó a efecto bajo la dirección del arquitecto don José Noriega.

El Teatro de la Paz de la ciudad de San Luis Potosí es uno de los cuatro teatros principales de México. Fue construido durante el porfiriato entre 1889 y 1894 siendo gobernador de San Luis Potosí Carlos Diez Gutiérrez, y se inauguró el 4 de Noviembre de 1894. En este teatro se han dado importantes acontecimientos políticos y culturales. El edificio fue construido por el arquitecto José Noriega con influencias francesas y de estilo neoclásico, con su fachada en cantera rosa. El interior de este teatro ha sido remodelado dos veces entre 1944 y 1949 por el arquitecto Francisco Cossío.
Dos historiadores hablan del acontecimiento, Primo Feliciano Velázquez en su magna obra "Historia de San Luis Potosí", y Rafael Montejano y Aguiñaga en Los teatros en la ciudad de San Luis Potosí (Editorial Ponciano Arriaga, 1995 y 2003).
Dice PFV: “En octubre del mismo año 1894 estaba ya concluido el teatro, que se nombró de la Paz. A trescientos cincuenta metros oriente de la plaza principal, ocupa cuatro mil quinientos metros cuadrados, al costado de la iglesia del Carmen, su peristilo descansa en una explanada a metro y medio sobre el nivel del suelo, y consta de diez columnas de orden corintio, cuyos capiteles de hojas de acanto revelan la destreza de nuestros canteros. Hay también primores de cincel en el ático y cornisamento” (p.222, 2003)
Y Montejano: “Había muchísima gente en movimiento, desde los encumbrados organizadores, autoridades estatales, municipales y federales, médicos, ingenieros, hasta comerciantes, empleados, obreros, peones, mozos y mandaderos”, (p. 115).

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