1914 Almacenes La Exposición
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Este edificio se encuentra en la esquina de la calle Hidalgo y Álvaro Obregón No. 30-32, en una superficie de terreno de 1489.50 metros cuadrados.
Esta obra fue encargada al Ing. Octaviano Cabrera por el Sr. don Ramón Martí de los Heros; su padre don Ramón Martí Llorent, originario de Figueras, Cataluña, España, había adquirido dos inmuebles situados en la esquina de las calles segunda de Hidalgo y segunda de Juárez, comprados al Sr. Femando Manrique de Lara en 1893. El Sr. Martí pagó el 50 por ciento del total en el año 1893 y el otro 50 por ciento el 25 de diciembre de 1894, dejando garantizado con hipoteca especial y expresa las mismas fincas, y respetando los contratos de arrendamiento que el Sr. Manrique de Lara mantenía con el Sr. Felipe Manrique (su hermano), hasta 1896 y con el Sr. Gassier hasta 1901.
La finca que daba a la calle de Juárez estaba formada por dos predios unidos en una misma escritura (realizada al comprarse las dos fincas en el año de 1846): el local en que se encontraba la tienda de abarrotes El Moro (esquina de las dos calles) propiedad del Sr. Felipe Manrique de Lara, y la casa que habitaba el propio Sr. Femando Manrique de Lara. La finca que daba a la calle de Hidalgo era una casa contigua al local de la tienda de abarrotes El Moro, de altos y bajos, y en ella se encontraba el cajón de ropa llamado La Primavera, propiedad del Sr. Gassier.
Estas fincas fueron parte de la herencia que le dejó su padre al Sr. Ramón Martí en su testamento, que fue dictado en México, D.F. el primero de septiembre de 1898, ya que murió en 1901.
En una fotografía de 1910, ya construido el Palacio de Cristal y el Teatro O'Farril, se observa que aún no eran demolidas las construcciones antes mencionadas.
En este mismo local estuvieron también el almacén de ropa: La Ciudad de Londres (Blanc & Garcín), y la tienda de muebles Jorge Unna y Cía. La tienda de abarrotes El Moro mantenía su acceso por el chaflán donde hacen esquina las calles de Hidalgo y Álvaro Obregón (antiguamente de Juárez). El Ing. Cabrera continuó en su proyecto con esta misma idea, dejando el acceso principal al edificio en el mismo lugar, y abriendo su imponen te fachada hacia ambas calles. En la fotografía que se conserva del arco del comercio realizado en 1906 por el Ing. Cabrera se logra ver todavía el edificio en cuestión, cuyo local era ocupado por el establecimiento de Jorge Unna y Cía.
En 1909 don Ramón Martí dio en arrendamiento los locales antes mencionados al Sr. Deogracias Alonso por contrato celebrado el 15 de noviembre de 1909. Por entonces esos locales estaban arrendados a los señores Blanc y Garcín, que ahí tenían su establecimiento mercantil; habitaba la casa el Sr. Deogracias Alonso. El 5 de agosto de 1912 el contrato fue reformado substancialmente, quizá ya estableciendo un convenio para la erección del nuevo edificio. Se dice que el Sr. Deogracias Alonso empezó las obras del edificio conforme al plano que ambas partes habían aprobado (estando el plano de estructura firmado por el Sr. Deo gracias Alonso, tal vez en vías de ser aprobado), pero el Sr. Ramón Martí no pudo cumplir con sus obligaciones y le fue promovida una providencia precautoria de embargo que se hizo efectiva en el año de 1916 cuando estaba prácticamente insolvente. Así que el edificio, inicialmente pudo haberse proyectado para estos almacenes, de lo que se deduce que fuera conocido en aquella época con el nombre de Edificio Alonso.
El edificio está conformado por dos plantas y un reducido sótano, con fachadas de piedra gris que el ingeniero extraía de los cortes de la Hacienda de Bocas. Estas fachadas de piedra son dos grandes pantallas que esconden la estructura de fierro, tal como se hacían en la ciudad de México.
La estructura es de fierro (calculada y ejecutada por la Cía. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A.) combinada con bóvedas de ladrillo, como lo marcan los planos del cálculo estructural y la propia estructura.
En un principio no fue diseñado para la tienda departamental La Exposición; ésta se ubicaba en la planta baja del Palacio Solana, esquina de la calle Hidalgo y Plaza de Armas, y cuando se trasladó a este edificio, ocupó la parte última del edificio que da a la calle Hidalgo. Todavía en el año de 1923 se encontraba en el edificio antes mencionado, como se confirma en un anuncio del periódico El Imparcial del 2 de junio de 1923 en el que se informó que se podían canjear unos cupones para la elección de reina de los juegos florales en esta tienda. Existieron, según su propietario, divisiones para varios locales comerciales (aunque la estructura está pensada para desarrollar su espacio en planta libre) y en la planta alta, para un hotel y oficinas. El edificio, antes de tener uso, estuvo mucho tiempo cerrado (quizá fue planteado en un inicio para una gran tienda departamental, como era la moda del momento, y luego se subdividió). Observando una de las fotografías fechadas aproximadamente en 1920 se ve el edificio cerrado, todavía sin lámparas ni anuncios; sin embargo hay otra fotografía fechada en el mismo año, en la que sobre la antigua calle de Juárez se ven unos letreros en la parte que colinda con el teatro O'farril, de la N.R. C. (National Registred Company) máquinas registradoras de importación, que estaba en la planta alta. En otro de los locales contiguo a donde estuvo inicialmente La Exposición, estuvo la compañía de luz. Parece ser que el edificio se abrió aproximadamente en 1917, ya que hubo un problema judicial entre 1914 y 1917 (posiblemente la providencia precautoria de embargo a la finca, que don Deogracias Alonso promovió contra el Sr. Ramón Martí), y por eso estaba cerrado.
El hotel que aparentemente nunca llegó a abrirse, se convirtió después en la residencia de la familia de uno de los dueños de La Exposición, don José Pérez, y es como llega hasta la actualidad, sin alteraciones, pues todavía existen los plafones, lambrines, carpintería y pintura decorativa originales, en muy buen estado de conservación.
Antecedentes al proyecto final, se conservan tres planos como ideas iniciales, realizados por diferentes ingenieros.
El primero es une copia de un plano muy general que no agrupa todo el solar: la planta, dividida por una retícula, a un lado muestra dibujados un corte y una fachada: no hay nada escrito que indique su fecha y su procedencia.
El segundo es otro intento de proyecto que tiene el título de proyecto de almacenes para El Telégrafo. Existía una sociedad entre el Sr. Martí y el Sr. Deogracias Alonso, propietario de los Almacenes El Telégrafo que se encontraban en el local demolido para construir este nuevo edificio (todavía para 1914 estaban en este lugar). En su planta marca la división de tres predios, muy lógica ya que en las escrituras se mencionan dos fincas: una que da a la calle de Hidalgo y otra que da a la calle de Juárez (esta última a su vez está compuesta por dos: la que era la tienda de abarrotes El Moro, y la propia casa del Sr. Fernando Manrique de Lara unidas en una sola escritura), y que claramente se observan en las fotografías antiguas. Este plano es una copia en azul y las medidas están escritas con lápiz sobre la copia, incluso cada predio está marcado con un número: 1, 2 y 3. A un lado de la planta está dibujada una fachada, parece un estudio inicial; la estructura de aparadores es diferente y está más dividida que la actual. En el mismo plano se dibujó un corte, marcando tanto para la planta baja, como para la alta, una altura de 4.50 mts. El plano está a escala 1: 100, firmado por el Ing. M. Lara, Contratistas W.M.P. Carmichael Co., Av. 5 de mayo No. 6, México, D.F., y firmado por Marshall Miller. Al reverso hay un sello que dice: J.M. Blectrio Bluepriuter, 3a. de San Agustín No. 78, México, D.F.
El tercero es un plano que divide el gran predio en dos partes; se ve que sólo se proyectó en la parte que da a la calle Hidalgo, que se encuentra reticulada como si se tratara del diseño.
Del proyecto original se conservan las copias de los planos del cálculo estructural, realizados por la Cía. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey. Según el uso que tienen estos planos parecen ser los utilizados durante la construcción del edificio.
Plano de Cimientos, escala 1:100, marcando el contrato No. 30766, Cía. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A., fechado el diecinueve de noviembre de 1912, firmado, revisado y aprobado por la misma compañía, es ilegible la firma de la persona que lo autoriza. En este plano se encuentran los detalles de cimentación para cada uno de los diferentes casos de apoyo de la estructura. Existe una nota relacionada con la colocación de las anclas en los cimientos que dice ''llénese este espacio con cemento después de sentada la columna"; la utilización de la tecnología moderna, como la estructura de fierro y el uso de cemento en las cimentaciones, fue otra de las aportaciones del Ing. Cabrera a la ciudad de San Luis.
Plano de Estructura No.1, escala 1:100, titulado: Estructura metálica para el Sr. Ramón Martí, San Luis Potosí, sellado por Cía. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S. A., fechado a diecinueve de octubre de 1912. Este plano (planta estructural) contiene el traza do de las columnas y sus ejes, detalles de corte por fachada con las medidas entre pilastra y pilastra, los detalles del recubrimiento en piedra de las fachadas, y el diseño de la estructura de fierro. Están dibujados dos detalles de la posición de las pilastras y las columnas de fierro (posición de las columnas de fachada respecto a las pilastras de la calle de Hidalgo y la de Juárez). Hay instrucciones para hacer la división de los claros de los escaparates. En esta planta se observan dos núcleos de escalera con montacargas en las dos esquinas donde hay colindancia, y en el centro de la planta, una gran escalera monumental. El claro de la estructura es de 5.60 metros. Este plano está firmado por dos personas: el Sr. Deogracias Alonso (en plan de autorización como uno de los propietarios) y el Sr. Adolfo Puente o Vicente (es casi ilegible la firma).
Plano de la planta de montaje de Azotea, escala 1: 100, marcando el contrato No. 30766, Cía. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S. A., fechado el veintiséis de octubre de 1912, revisado por el Sr. Martínez Garza. Este plano tiene un corte por fachada que da una altura tanto a planta baja como a planta alta de 5 m., y un espesor de losa con trabe de 0.50 m. Está dibujado el detalle del tragaluz de la escalera, el despiece de la estructura de fierro de la cubierta, y el listado de las columnas con sus especificaciones.
Aparte de estos planos, se conserva un detalle dibujado en tinta sobre papel lino, del modelo de columna que aparece en el interior de todo el edificio; está dibujado a la escala 1:10, firmado por el Ing. Octaviano Cabrera, autorizado y firmado por el Sr. Ramón Martí, y firma como conforme el Sr. Gil Carmona (que probablemente era la persona que desarrollaría los trabajos de recubrimiento como acabado final de las columnas en el interior del edificio). El plano no tiene fecha. Unas placas de granito artificial engrosan las dimensiones de las columnas de fierro, cuya base es cuadrangular y lisa; son de cuerpo estriado, y rematadas por un capitel de orden jónico. Actualmente están pintadas de blanco, como si hubieran sido fabricadas en yeso, ya que este revestimiento oculta las juntas de las placas de granito. La escalera, también enteramente construida con piezas prefabricadas de granito, no fue pintada.
El edificio, en sus fachadas está compuesto por dos enormes planos que se juntan en el chaflán de la esquina, permitiendo éste que se forme un pórtico de acceso a la gran tienda departamental; el pórtico está flanqueado por dos columnas de fuste liso que dan relevancia al acceso, y sostienen un balcón con balaustrada de piedra, al cual da una gran ventana cuyo dintel ostenta en su clave las iniciales del propietario: (R.M.) Sr. Ramón Martí. Las fachadas en planta baja se caracterizan por la apertura de grandes aparadores (escaparates), en cambio las de la planta alta que coinciden con los vanos de los aparadores en planta baja, son de menor altura; estas aberturas están formadas por tres ventanas divididas entre sí por dos columnas de hierro, lo que produce que el vano pierda un poco su horizontalidad. Las columnas de la estructura están recubiertas por pilastras de orden gigante, que son los ejes entre vano y vano; éstas pilastras en planta baja tienen un acabado almohadillado y en planta alta estriado, entre el almohadillado y las estrías, existe una pieza de cantería ornamentada, de la que sale un brazo de fundición, que sostiene las lámparas para la iluminación de la parte baja del edificio.
Todo el edificio se encuentra rematado por una cornisa y una balaustrada de cantería, interrumpida por unos macizos que coinciden con los ejes de la estructura y las pilastras, actuando como remates de las mismas.
Cruzando el pórtico de acceso aparece la gran planta libre; al centro de la misma se encuentra un gran espacio iluminado por un enorme tragaluz que indica el desarrollo de la gran escalera, la cual empieza en un solo tramo y en el descanso se bifurca conduciendo a la planta superior del almacén. Los plafones de las dos plantas son de lámina de acero estampado (prefabricado).
Por la calle Álvaro Obregón existe una entrada independiente que conduce a un zaguán del que se desplanta otra gran escalera en un solo tramo; ésta se construyó también con piezas de granito artificial prefabricado, y lleva a dos viviendas, una de ellas la habitó uno de los dueños del almacén (ocupada por esta familia aproximadamente desde 1932). Esta última, se estructura alrededor de un patio que deja ver perfectamente el cruce de la estructura de fierro, dando las dependencias principales a la fachada de la calle antes menciona da. Las habitaciones, decoradas con yesería y pinturas, tienen algunos plafones de lámina de acero estampado, otro de casetones de yeso, y los demás pintados directamente sobre las bóvedas de ladrillo.
Los trabajos de madera tanto en puertas como en marcos son de excelente calidad; llaman la atención las dos puertas de acceso al final de la escalera, ya que cuentan con magníficas vidrieras (emplomados) de vidrio tallado.
La instalación eléctrica es aérea, todavía de cable recubierto con algodón; todos los pisos de las habitaciones son de duela de madera de pino, y el patio tiene pavimento de mosaico. Los marcos de las puertas de las habitaciones principales están trabajados en yeso con formas que recuerdan al art nouveau (enmarcamientos un poco burdos). Algunas habitaciones tienen pinturas con decoraciones en los muros, y otras papel tapiz.
Todo el guardapolvo del comedor fue terminado en lámina de acero grabado y pintado. Excelente trabajo son las vidrieras del comedor que dan al patio y al zaguán.
Tanto por la calle Hidalgo como por la antigua Juárez, la parte baja del edificio tiene una placa de mármol con la firma del Ing. Cabrera.
El edificio fue vendido en el año de 1969 por la Sra. Lucía Amada González y Alonso de Lombana, a los hermanos Pérez, propietarios de la tienda La Exposición. En el año de 1975, se remodeló totalmente el edificio y se desocupó el local que tenía la mercería La Económica; se ampliaron las instalaciones, se desaguó el sótano y se abrió toda la planta alta al público como se conoce actualmente. La vivienda ubicada en planta alta permanece intacta (no sufrió ningún cambio) desde su construcción. Actualmente este edificio es de uno de los hijos del Sr. José Pérez, y continúa siendo la misma tienda; la casa no está habitada.