Histrioadores San Luis Potosi, UANL
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A partir del Estudio histórico sobre San Luis Potosí, de Francisco Peña, editado hacia 1894 (San Luis Potosí, Academia de Historia Potosina, 1979) se inició en el estado la tradición de la escritura de la historia como investigación crítica y documentada. Podemos considerar tres grandes momentos de la historiografía potosina: la escuela positivista encabezada por Primo Feliciano Velázquez, la escuela posrevolucionaria que abarca una amplia gama de trabajos historiográficos entre los que destacan los de Nereo Rodríguez Barragán, Joaquín Meade y Rafael Montejano y Aguiñaga (en esta escuela hay distintas variantes que deben considerarse por separado) y por último se encuentra la historiografía contemporánea, que abarca los trabajos de potosinos que se han formado como historiadores en instituciones de educación superior. Entre los trabajos más importantes de esta corriente están los de Alfonso Martínez Rosales y Enrique Márquez.
A la escuela positivista pertenecen Macedonio Acosta, Julio Betancourt, Primo Feliciano Velázquez y Manuel Muro, principalmente. De todos ellos, sin lugar a dudas el trabajo más importante es el de Primo Feliciano Velázquez Rodríguez. Entre sus obras más destacadas y que fueron de consulta fundamental para la elaboración de este libro se encuentran: Historia de San Luis Potosí, en cuatro volúmenes (San Luis Potosí, Academia de Historia Potosina, Archivo Histórico del Estado, 1982) y Colección de documentos para la historia de San Luis Potosí, también en cuatro volúmenes (San Luis Potosí, Archivo Histórico del Estado, 1986). Estas obras constituyen hasta ahora el esfuerzo más completo por presentar la historia de San Luis Potosí de manera extensa y bien documentada. La primera es un estudio largo que tomó al autor muchos años de su vida; la segunda es particularmente interesante porque contiene documentos importantes para la historia de San Luis Potosí, sobre todo los correspondientes a la época virreinal, que hoy se hallan perdidos. Primo Feliciano Velázquez se preocupó por buscar y localizar fuentes de información que estaban dispersas y que por lo mismo no se conocían, lo que dio lugar a datos y fechas poco precisos que no correspondían a lo acontecido. Tal es el caso, por ejemplo, de la fecha de fundación del pueblo de San Luis Potosí, que se aclaró definitivamente cuando Primo Feliciano Velázquez localizó y publicó el Acta de Fundación.
Don Primo Feliciano Velázquez tenía además un diario, El Estandarte, que publicó de 1884 a 1912. Entre las virtudes del periódico están la exactitud de las noticias y las opiniones equilibradas, muchas veces en contra de los intereses del gobierno porfirista. Estas dos virtudes también se aprecian en su trabajo histórico, por lo que es una fuente importante de consulta.
La Historia de San Luis Potosí, de Manuel Muro, en tres tomos (San Luis Potosí, Sociedad Potosina de Estudios Históricos, 1973), pertenece a esta misma escuela. El primer tomo contiene mucha información basada en las fuentes secundarias de la época que carecían de base documental, pues no había de dónde tomarla. Los tomos II y III, que cubren el siglo XIX, son la parte más interesante y valiosa. Muro fue testigo presencial de muchos de los acontecimientos que relató.
La escuela posrevolucionaria está integrada por distintas tendencias que agrupan de una manera u otra a quienes llevan años dedicados a desentrañar los sucesos el pasado:
a) En primer lugar está la Sociedad Potosina de Estudios Históricos, que tuvo muy diversos asociados, entre otros, Nereo Rodríguez Barragán, Octaviano Cabrera, Matilde Cabrera y Gabriel Echenique.
De estos autores vale la pena resaltar la labor de Nereo Rodríguez Barragán, quien se preocupó por la enseñanza y difusión de la historia regional desde 1920 hasta 1970. Escribió una Historia de San Luis Potosí (San Luis Potosí, Sociedad Potosina de Estudios Históricos 1969) y más de 500 artículos y folletos en los que publicó información desconocida sobre los acontecimientos que narraba y que tomó de investigaciones hechas en diversos archivos. A Nereo Rodríguez Barragán le interesaba resaltar el detalle; utilizaba un lenguaje coloquial, que permite una lectura ágil y amena de su trabajo.
b) En el segundo grupo se encuentran los miembros de la Academia de Historia Potosina, institución fundada en 1965 por Rafael Montejano y Aguiñaga con el propósito de reunir a los interesados en investigar y escribir la historia regional de San Luis Potosí, entre ellos Alberto Alcocer Andalón, José Francisco Pedraza, Alejandro Espinosa Pitman, Eugenio Verástegui, Sixto García Pacheco, Manuel Aguilera y Miguel Armijo Ramos, que se dieron a la tarea de publicar en pequeños estudios accesibles a todo público (los llamados "Cuadernos de Historia Potosina") diversos estudios de historia regional. El más representativo de este grupo es el propio Montejano y Aguiñaga, que con una extensa bibliografía elaborada durante 50 años y que incluye más de 85 títulos, encierra la experiencia del investigador, el escritor, el docente y el historiador. Entre sus obras vale la pena destacar El Valle del Maíz, S.L.P. (San Luis Potosí, Academia de Historia Potosina, 1967), excelente estudio de historia regional, y una de sus últimas obras, San Luis Potosí. La tierra y el hombre (San Luis Potosí, Archivo Histórico del Estado, 1990), que es un esfuerzo por presentar de manera breve una historia general del estado.
c) El tercer grupo se podría denominar de "los investigadores nacionales", porque aunque son potosinos su trabajo historiográfico rebasa los límites estatales; entre ellos están Francisco de la Maza, El arte colonial en San Luis Potosí (México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1969); Ramón Alcorta Guerrero, cuyas aportaciones a los estudios de geografía y bibliografía de San Luis Potosí han sido muy importantes por la época en que fueron realizados (1940-1970); Joaquín Meade, La Huasteca, época antigua (México, Editorial Cossío, 1942); Historia de Valles. Monografía de la Huasteca potosina (San Luis Potosí, Sociedad Potosina de Estudios Históricos,1970); en realidad, Meade fue un especialista en la historia del noreste de México Jesús Silva Herzog, cuya amplia producción bibliográfica desde 1927 hasta 1973 lo distingue como uno de los principales pensadores nacionales.
La escuela de los contemporáneos agrupa los trabajos de los que tienen por oficio la escritura de la historia. En él hay potosinos como Alfonso Martínez Rosales, El gran teatro de un pequeño mundo. El Carmen de San Luis Potosí, 1732-1859 (México, El Colegio de México, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 1985), estudio importante para comprender el siglo XVIII novohispano y potosino, visto con los ojos del arte, y Enrique Márquez, San Luis Potosí. Textos de su historia (México, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 1986), trabajo de singular importancia para apreciar el proceso de construcción de San Luis Potosí durante el siglo XIX como estado de la federación y el desarrollo de sociedades regionales en cambio continuo. Otros historiadores que han escrito sobre la historia de San Luis Potosí, sin ser potosinos, son: Dudley Ankerson, El caudillo agrarista. Saturnino Cedillo y la Revolución mexicana en San Luis Potosí (México, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1994), Romana Falcón, Revolución y caciquismo. San Luis Potosí, 1910-1938 (México, El Colegio de México, 1984); Beatriz Rojas, La pequeña guerra. Los Carrera Torres y los Cedillo (México, El Colegio de Michoacán, 1983); Victoria Lerner Sigal, Génesis de un cacicazgo. Antecedentes del cedillismo (México, Universidad Nacional Autónoma de México, Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí, 1991); Carlos Martínez Assad, Los rebeldes vencidos. Cedillo contra el Estado cardenista (México, Universidad Nacional Autónoma de México, Fondo de Cultura Económica, 1990). Es necesario mencionar aquí el trabajo de Rosa Helia Villa de Mebius, San Luis Potosí. Una historia compartida (México, Instituto Mora, 1988). Un grupo de jóvenes investigadores agrupados en el Centro de Investigaciones Históricas y ahora en El Colegio de San Luis iniciaron hace más de cuatro años trabajos de investigación histórica que en breve vendrán a enriquecer la producción historiográfica sobre San Luis Potosí.